
Ingredientes Necesarios
La preparación de esta salsa de chile de árbol con cilantro lleva ingredientes frescos y naturales que juntos crean una explosión de sabor. Asegúrate de tener a mano:
- 10 chiles de árbol secos
- 2 tomates rojos medianos
- 1/4 de cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 taza de hojas de cilantro fresco
- Sal al gusto
- Agua, la necesaria
- Aceite vegetal, para freír
Pasos para Preparar la Salsa
El proceso para crear esta deliciosa salsa es sencillo pero requiere de atención en el detalle para garantizar que el sabor sea el mejor.
- Lava y desinfecta todos los chiles, tomates, cilantro y la cebolla.
- Asa los tomates, la cebolla, y los ajos en un comal a fuego medio-alto hasta que estén bien cocidos y tengan una ligera capa quemada en su superficie.
- Freír ligeramente los chiles de árbol en aceite caliente durante unos segundos. Evita quemarlos para que no amarguen.
- Mezcla los ingredientes: En una licuadora, combina los chiles, tomates, cebolla, ajos y cilantro. Agrega un poco de agua para facilitar la mezcla. Licua hasta obtener una salsa homogénea.
- Sazona con sal al gusto y ajusta según lo necesites.
Consejos para Servir
Con Platillos Mexicanos
Esta salsa de chile de árbol con cilantro es perfecta para acompañar platillos tradicionales mexicanos como tacos, quesadillas o incluso como aderezo para carnes asadas.
Como Dip
Prueba esta salsa con totopos o chips de maíz para una botana rápida y deliciosa.
Variaciones de la Receta
Si bien esta receta es tradicional, puedes adaptarla a tu gusto. Algunas variaciones incluyen:
- Agregar un poco de jugo de limón al final para un toque ácido.
- Incluir un chile guajillo para reducir la intensidad del picante pero manteniendo el sabor.
- Usar tomates verdes en lugar de rojos para obtener una salsa verde.
Conservación de la Salsa
Para mantener tu salsa de chile de árbol con cilantro fresca, es importante almacenarla de manera adecuada:
- En el refrigerador: Guarda la salsa en un recipiente hermético por hasta 5 días.
- Para congelar: Vierte la salsa en una bandeja para hielos y congela. Una vez sólido, transfiérelo a una bolsa de congelación. Puedes conservarla hasta por 3 meses.