
Introducción: Una delicia mexicana
La cocina mexicana es conocida mundialmente por su riqueza en sabores, colores y texturas. Dentro de este vasto mundo gastronómico, las salsas ocupan un lugar especial, siendo el alma de muchos platillos. Hoy, te presentamos una receta fácil de salsa de chile poblano con aguacate y pepita, perfecta para añadir un toque único a tus comidas.
Ingredientes: Lo que necesitas
Para preparar esta deliciosa salsa, necesitarás lo siguiente:
- 2 chiles poblanos medianos
- 1 aguacate maduro
- 1/2 taza de pepitas de calabaza (sin sal)
- 1/4 de taza de agua (ajustable según la consistencia deseada)
- Jugo de 1 limón
- 2 dientes de ajo
- Sal al gusto
- Unas ramitas de cilantro fresco (opcional)
Preparación: Paso a paso
- Tuesta las pepitas en un sartén a fuego medio hasta que estén doradas. Deja enfriar.
- Asa los chiles poblanos sobre la llama de tu estufa o en un comal hasta que la piel se haya quemado uniformemente. Envuélvelos en un paño húmedo y deja reposar por 10 minutos.
- Después del reposo, retira la piel quemada, así como las semillas y las venas de los chiles.
- En una licuadora, coloca los chiles poblanos, aguacate, pepitas tostadas, ajo, jugo de limón y sal. Añade el agua gradualmente hasta obtener la consistencia deseada.
- Si lo deseas, incorpora el cilantro fresco para un toque aromático especial.
- Finalmente, ajusta la sazón con sal y jugo de limón al gusto.
Variaciones de la receta
La belleza de esta salsa es su versatilidad. Puedes agregar otros ingredientes como nata para un toque cremoso, o incrementar la cantidad de aguacate si prefieres una consistencia más suave.
Presentación y uso
Sirve esta salsa en un bonito bol acompañado de tostadas de maíz, tacos o como complemento de pescados y carnes blancas. Su sabor fresco y ligeramente picante la hace ideal para el verano.
Conservación
La salsa de chile poblano con aguacate y pepita se conserva perfectamente en el refrigerador por hasta 2 días. Asegúrate de colocarla en un recipiente hermético para preservar su sabor y frescura. Para una mejor experiencia, te recomendamos disfrutarla el mismo día de su preparación.
Conclusión
Esta receta es una prueba de que lo simple puede ser sorprendentemente delicioso. Con solo unos pocos ingredientes y pasos sencillos, puedes crear una salsa que realzará cualquier platillo al que se le añade. La salsa de chile poblano con aguacate y pepita es un claro ejemplo de la magia de la cocina mexicana, donde la combinación de sabores frescos tiene el poder de transformar una comida común en una extraordinaria.